14 mayo 2010

Para comprender estructura social.


La cultura, conjunto de hechos simbólicos presentes en una sociedad u organización social del sentido como pautas de significado, representa la dimensión de la vida social, cotidiana, relacionada con los diferentes procesos simbólicos en los que participan los actores sociales que son los encargados de significar las prácticas sociales en un contexto específico. Lo simbólico hace referencia a las representaciones sociales materializadas en formas sensibles, “formas simbólicas” que pueden ser expresiones, artefactos, acciones, acontecimientos, alguna cualidad o relación, todo puede ser soporte simbólico de los significados culturales, la lengua oral y escrita, modos de comportamiento, usos y costumbres, vestido, alimentación, vivienda, objetos, y otras prácticas sociales. (Giménez, 2007).

En este enramado cultural operan actores que se conectan en un espacio de relaciones que es “tan real como un espacio geográfico, en el que los desplazamientos se pagan con trabajo, esfuerzos y con tiempo (Bourdieu; 1990: 281-285), es decir hay un campo entendido como el espacio social red o configuración de relaciones objetivas entre posiciones diferenciadas, socialmente definidas y en gran medida independientes de la existencia física de los agentes que los ocupan, espacio relativamente autónomo con objetivos propios a ser logrados, en el que compiten entre sí jugadores, (actores sociales) con diferentes estrategias según su dotación de cartas y su capacidad de apuesta, es decir con qué capital cultural (conocimientos y habilidades que se adquieren a través de la familia y la escuela), económico (bienes económicos) y social ( relaciones, contactos y prestigio) cuentan los actores para jugar pero no entrarán al juego sin el sistema de disposiciones durables y transferibles, estructuras estructurantes que integran todas las experiencias pasadas y que funciona en cada momento como matriz estructurante de las percepciones, las apreciaciones y las acciones de los actores sociales frente a una coyuntura o acontecimiento, que él contribuye a producir, eso llamado habitus (Bourdieu; 1988: 54); en este sentido la posición social de los actores sean estos instituciones, grupos, clase, está determinada socialmente, sin embargo puede ser transformada por el habitus o sea por los modos de ver, sentir y actuar, acciones aparentemente naturales pero que han sido moldeadas por estructuras sociales ya establecidas, aquí es donde emerge el doble aspecto del habitus que consiste en reproducir los condicionamientos sociales y al mismo tiempo los transforma, dicha reproducción no se entiende sino está relacionada con el campo pues éste representa la objetivación en las instituciones mientras que el habitus representa la objetivación en los cuerpos (clase, grupos, individuos).

En relación con este enramado cultural como dije anteriormente y para comprender cómo funcionan los criterios que lo conforman aludo a Margarita Mass que plantea la estructura social no es inmutable es dinámica, el agente se desplaza dentro de ella. Un agente se desplaza en el espacio social en una permanente lucha que lo lleva a moverse y “subir” y no dejarse “sumir” más en este espacio. Este desplazamiento es llamado movilidad social; ahora bien la movilidad social no hace su aparición por sí misma, se explica al manifestarse movimientos de ascensos o descensos en la escala socioeconómica es decir cuando se da un cambio de posición en la estructura se presentan cambios tecnológicos, crecimiento económico se observará una movilidad social ascendente, cambio que posibilita comparar la posición individual entiéndase movilización individual con las de los padres o por la evaluación del éxito o el fracaso (Thompson; 1998); en esta dinámica cultural, el actuar de los actores sociales está estrechamente relacionado con las trayectorias ese conjunto de movimientos sucesivos de un actor social dentro de un espacio estructurado (jerarquizado) sujeto a desplazamientos y distorsiones, o más precisamente en la estructura de distribución de los diferentes especies de capital que se disputan en el campo (González; 1995), así se tiene entonces que las trayectorias de vida también las considero trayectorias culturales y están representadas por las ocupaciones, oficios, (trayectoria ocupacional), migración al interior o fuera del país (trayectoria migratoria), nivel educativo (trayectoria educativa), prácticas religiosas (trayectoria religiosa) entre otras.


He ahí el asunto, la estructura social adquiere vida, se hace evidente, está ahí en la estructura del espacio social, en la que los actores sociales juegan, interactúan basados en reglas y estrategias para obtener los beneficios que los espacios sociales especializados poseen.

Bourdieu, P; (1990) Sociología y Cultura. México, CONACULTA- Grijalvo.

Giménez, G; (2005) “La concepción simbólica de la cultura" capítulo 1 de Estudios sobre la cultura y las identidades sociales en Seminario Permanente de Cultura y Representaciones Sociales [En línea] UNAM, México, disponible en: http://www.paginasprodigy.com/peimber/BIBLIO.HTML [Accesada el 2 de Septiembre de 2009]

Maas, M; (2004) Radio, televisión e internet. La eficacia del vector tecnológico en las ecologías simbólicas de tres generaciones del México del siglo XX. Tesis de doctorado. México, Universidad Iberoamericana, México, D. F.

Thompson, P; (1994) “La familia como factor de movilidad social” en Revista de Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Universidad de Colima [En línea] año/vol.VI, número 018. Universidad de Colima. Colima México.

Fotos de Manolo Soria:

3 x 1 ¿ Quién dijo que no se puede? [En línea] México, disponible en: http://www.flickr.com/photos/manolosor/2379813512/[Consultado el 14 de mayo de 2010]

Himno nacional en tlapaneco. [En línea] México, disponible en: http://www.flickr.com/photos/manolosor/ [Consultado el 14 de mayo de 2010]

Miradas. [En línea] México, disponible en: http://www.flickr.com/photos/manolosor/ [Consultado el 14 de mayo de 2010]