18 mayo 2009

La muerte acecha pero contigo tuvo que esperar un gran rato.






“La muerte es algo que diariamente pasa”
Rubén Martínez Villena.


Pero no queríamos que nos pasara contigo, maestro, amigo, sencillamente Benedetti. Así como es clara tu poesía así nos imaginamos que fue tu muerte, Urugüay, Argentina se peleaban por ti sin saber que a Oaxaca, a este pedacito del mundo ya le pertenecías. Por ti cuántos adolescentes de hoy y de ayer a los cuales pertenezco, empezamos a versear, amar, cuántos no hemos aprendido a resignificar el amor.

Recuerdo que alguien importante en mi vida me regaló un libro tuyo y yo feliz llegué a mi casa para mostrarlo a mi hija y como típica adolescente me dijo “ah sí, qué bonito” pero cuál sería mi sorpresa, que semanas después le regalarían una postal con tus versos: si te quiero es porque sos/ mi amor, mi cómplice y todo/ y en la calle, codo a codo,/ somos mucho más que dos; cuando le dije que ese poema era tuyo, mi libro también dejó de ser mío.


No necesitábamos saber de poesía pues contigo se nos erizaba la piel y nos vestíamos de informalidad, rodeados de guitarras, canciones, vino y la madrugada como nuestra cómplice se rendía silenciosa, porque leíamos: Mi táctica es/mirarte/aprender como sos/quererte como sos. O Una mujer desnuda y en lo oscuro/tiene una claridad que nos alumbra. También /No te quedes inmóvil /al borde del camino/ no congeles el júbilo/ no quieras con desgana/ no te salves ahora/ ni nunca/.


Cuántos, cuántos poemas que por la necesidad que teníamos de ellos, dejaron de ser tuyos, por eso no te despido con un homenaje oficial, porque eres de nosotros, de pueblo, de oficinas, de mujeres, de la vida y porque siempre estás aquí en las anécdotas, en los versos que aún se siguen mandando los enamorados, en tus poemas que se seguirán leyendo. Galeano expresó: "El dolor se dice callando. Pero me pregunto: ¿qué será de nuestra ciudad, sola de él? ¿Qué será de Montevideo, mutilada de él? Y me pregunto: ¿qué será de nosotros, sin su bondad inexplicable?" Yo digo, no sólo de Montevideo, me pregunto ¿Qué será del mundo mutilado de ti?