10 noviembre 2010

La descripción densa



La descripción densa
Clifford Geertz
Elaboró: Gisela I. Díaz
Noviembre 2010.





En el estudio de la realidad de los fenómenos sociales, el estudio de la cultura llega a ser completamente relevante y conviene estar consciente de la evolución del concepto a lo largo de la historia, desde la apropiación que la antropología hizo del mismo, su travesía por las corrientes de pensamiento de esta disciplina, hasta la actualidad pasando por las aportaciones que otras disciplinas han decidido hacer como la sociología y la psicología social. El reconocimiento de este camino nos permite reconocer y comprender lo que significa la cultura; sin embargo esto no es suficiente, necesitamos analizarla, interpretarla de modo que pueda fortalecerse una teoría de la cultura. Así, en esta ocasión presento de manera general y breve una mirada a la cultura desde la perspectiva de Geertz de modo que el lector interesado pueda edificar sus conocimientos al respecto.
Clifford Geertz es un antropólogo estadounidense que se unió a la escuela de Chicago en 1960 para ser parte del equipo de antropólogos de la Universidad de Chicago. Se doctoró en Harvard como Doctor en Filosofía y a partir del año 1970 fue profesor de ciencias sociales en el Institute for Advance Study en Princeton (New Jersey), hasta su muerte el 30 de octubre de 2006. En Chicago fue el principal representante de la Antropología simbólica defendiendo la perspectiva de que los símbolos son el marco de la actuación social.
En su texto denominado La descripción densa que corresponde al capítulo 1 de su libro “La interpretación de las culturas”, expone el concepto semiótico de la cultura y la necesidad de derivar, para la comprensión del mismo, un análisis de la cultura tomando como plataforma para dicho análisis, el método etnográfico (a través de la experiencia y la observación del investigador). A mi parecer, es posible decir que el texto expresa el pensamiento del autor en tres puntos principales:
1) Una crítica del concepto tradicional de la cultura y la propuesta de la concepción semiótica de la cultura como un conjunto de tramas de significación; sistema de concepciones expresadas en formas simbólicas por medio de las cuáles la gente se comunica, perpetúa y desarrolla su conocimiento sobre las actitudes hacia la vida. La cultura da sentido al mundo y lo hace comprensible.
2) La exposición del método etnográfico como una forma de analizar la cultura desde la perspectiva antropológica y generar nuevos conocimientos. Geertz menciona que el papel del antropólogo consiste en interpretar los símbolos culturales desde la perspectiva etnográfica, a lo que llama descripción densa. Advierte que el estudio e interpretación de la cultura no es cuestión de leyes, métodos o una teoría determinada, sino de una especulación elaborada que exige un esfuerzo intelectual, una descripción densa que sólo llega a partir de la observación a la experiencia del antropólogo, es decir, la labor etnográfica. Para Geertz, la etnografía no sólo consiste en seleccionar informantes, establecer relaciones, transcribir textos, etc., sino que su objeto es una jerarquía estratificada de estructuras significativas a partir de las cuáles se producen, se perciben y se interpretan las acciones, textualmente dice: “estructuras superpuestas, en cuanto a inferencias e implicaciones, a través de las cuáles el etnógrafo trata continuamente de abrirse paso”(p.22); así, el autor defiende el punto de que las manifestaciones de la cultura deben ser estudiadas como la arqueología estudia el suelo, capa por capa, desde la capa más externa hacia abajo hasta la más profunda donde se debe encontrar una matriz de símbolos a los que hay que encontrarles el significado sin buscar el origen último de las cosas, para lo que da el ejemplo del elefante sobre la tortuga.
La antropología debe buscar ampliar el universo del discurso social (Geertz cita a Wittgenstein).
3) El análisis cultural viene a ser entonces esa labor del antropólogo y etnógrafo, para desentrañar las estructuras de significación, los códigos establecidos. Primero debe captarlas y luego explicarlas. Así, una vez que se concibe a la conducta como acción simbólica, ya no llega a ser importante discutir si es conducta estructurada o una estructura mental o las dos cosas, sino que lo importante es preguntar por su sentido y valor.
Geertz menciona que: “la cultura consiste en estructuras de significación socialmente establecidas en virtud de las cuáles la gente hace cosas” (p.26). El autor expone que la cultura es pública por lo tanto su significación también lo es.

Por último, la concepción semiótica de la cultura queda entendida como: “sistemas de interacción de signos interpretables o símbolos interpretables” ya que para Geertz los términos de signo o símbolo pueden ser intercambiables; la cultura es un contexto dentro del que pueden describirse todos los fenómenos sociales de modo inteligible, denso (p. 27). El autor expone que los escritos antropológicos son interpretaciones de segundo y tercer orden.
Así, en el estudio y análisis de la cultura, ésta debe entenderse como un sistema simbólico, aislando sus elementos, especificando las relaciones que guardan los elementos entre sí y luego caracterizando todo el sistema en general a partir de sus símbolos centrales alrededor de los cuáles se organizó la cultura, con las estructuras propias de la misma que propician su manifestación o con los principios ideológicos en que la cultura se funda.
El autor inicia la conclusión de su texto discutiendo sobre la validez del análisis cultural, preguntando en dónde está ésta. Termina exponiendo detalladamente la labor del antropólogo como etnógrafo, defendiendo la postura de una antropología interpretativa que use un método inductivo en la generación de conocimiento y que por consecuencia lleve a la generación de una teoría de la cultura que no es dueña de sí misma, cuya meta es el análisis del discurso social. La teoría cultural que Geertz propone no tiene la función de ser predictiva sino que busca generar interpretaciones de hechos, descubrir las estructuras del discurso social y construir un sistema de análisis propio. Menciona que en etnografía la función de la teoría es suministrar un vocabulario en el que pueda expresarse lo que la acción simbólica dice de sí misma, expresarse el papel de la cultura en la vida humana; así el etnógrafo no sólo interpreta a partir de su observación, sino que desarrolla una teoría de la que depende tal interpretación. La antropología es entonces una ciencia que más que preocuparse por el consenso debe preocuparse por el refinamiento de su debate.
El texto le da gran importancia al método etnográfico para el estudio, análisis e interpretación de la cultura, así como para la generación de una teoría propia para interpretar a ésta, preocupándose por descifrar el significado que se encuentra oculto en lo que llama estructuras superpuestas existentes en el discurso social, al fin de las cuáles siempre podrá encontrarse una matriz de símbolos que contiene el sentido de lo dicho y de lo hecho.

Referencia: Geertz, C. (2001). La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa