21 noviembre 2009

Desafíos para la Universidad en la Sociedad del Conocimiento

Desafíos para la Universidad en la Sociedad del Conocimiento
por Laura Ricárdez Cabrera, Subdirectora Académica de la Universiad Mesoamericana Oaxaca.


En el XIII Encuentro de Facultades de Comunicación Social realizado en La Habana Cuba del 19 al jueves 22 de octubre, se discutieron los desafíos que tienen las universidades y la enseñanza de la Comunicación en los tiempos de la Sociedad del Conocimiento. Este evento congregó a más de 1200 asistentes de más de 23 países de Latinoamérica.

Fue en este escenarios que el Mtro. Jesús Martín Barbero, impartió la conferencia magistral denominada “ La Comunicación en la sociedad del conocimiento: desafíos para la universidad”, expresó que debemos recordar todos los que colaboramos en la formación de profesionales de cualquier ámbito al señalar que:

Las empresas hoy en día requieren profesionales innovadores, con iniciativa, flexibles, creativos, en la medida en que se traduzca en rentabilidad para la empresa, la capacidad de innovación dentro de la empresa es mantenida mientras pueda ser capitalizada.

En este sentido mi reflexión recae en que nuestros alumnos en algunos años se enfrentarán a este mercado que les exigirá mayor preparación y actualización en el área para estar dentro de su ramo, lo que conocíamos como el proyecto de vida, actualmente está en crisis, al no poder relacionar el proyecto de vida con el de trabajo en términos de durabilidad, los contratos son cada vez más cortos existen contrataciones en algunos casos de meses y en los cuales la competitividad, ya no se da entre empresas, ahora se da al interior, entre los empleados. Por lo cual debemos enfocarnos a formar profesionales estratégicos y menos instrumentales, sensibles a las exigencias actuales y con habilidades para dar lectura a las necesidades sociales que les permitan reorientar su sentido en lo profesional.

Como señala Martín Barbero:

En los últimos años nuestras universidades viven entre el claustro y el torbellino social, han pasado de ser centralizadas (vinculadas a las funciones y necesidades del estado) a ser Autónomas (sin relación con el estado)y privadas (buscaban coordinar una reconstrucción asumiendo dos referentes: la transformación de la sociedad, no la utilidad social y el mercado laboral como clave). La inmensa mayoría de nuestras universidades viven bastante enclaustradas, hemos perdido sensibilidad nacional al no buscar la mediación con la vida pública.

Este punto sería importante revisar al preguntarnos ¿Cómo cada uno de los que formamos y conformamos las universidades estamos contribuyendo a lograr lo anterior?.Quizá habría que tomar en cuenta los desafíos que Barbero plantea en torno a la transformación de las universidades, para reorientar esta mediación y consiste en :


El primer desafío en la sociedad del conocimiento es poner a dialogar a la universidad con su sociedad.


Ninguna otra institución moderna está en crisis como la educación, vive una desubicación profunda en relación con lo que están viviendo nuestras sociedades. La universidad sigue defendiéndose de todos los saberes que ni se producen en la universidad, ni le piden permiso a ella para circular por la sociedad. Este desafío pasa por una concepción de lo que es educar, del lugar que ocupa el conocimiento hoy, el reto es poner a comunicar los saberes de punta y los saberes de memoria.

Para lograr establecer este diálogo entre saberes, Barbero propone en primer lugar apreciar a nuestra sociedad, y ¿Cómo hacerlo desde nuestras universidades? A través de nuestros alumnos, ya que la manera en la que nos llega la sociedad a las universidades es en los cuerpos y las almas de nuestros alumnos, Barbero invita a recordar que ser joven es un catalizador de los cambios de épocas, y por ello debemos centrarnos en la sensibilidad de los alumnos, en descubrir lo que para ellos significa recordar, aprender, soñar, cambiar, sólo así reconoceremos sus necesidades anhelos y sueños. Entrar en esta dinámica nos permitirá cargarlos con nuevos modos de conocer, sentir, pensar y de alguna manera contribuir a potencializarlos en sus fortalezas que les permitirán enfrentar las necesidades del mercado actual.

El segundo desafío es: Ubicar el saber en tensión con los procesos sociales, culturales y políticos.


Darnos cuentan de esta situación nos ayuda a reubicar el lugar de la universidad en una sociedad cuyas incertidumbres generan tendencias fuertemente impulsivas, reconocer si lo que se busca es mantener a las universidades alejadas de los cambios que la llenen de confusión o si se busca insertarla en las lógicas o dinámicas que rigen esos cambios en términos de rentabilidad.

La propuesta que él señala es la de construir, lo que ha llamado Agendas de País, éstas consisten en la mediación entre lo que pasa en el país y lo que sucede al interior de las universidades. Esta mediación permitirá romper esa esquizofrenia, al no quedarnos solamente en la construcción de unas líneas de investigación creadas desde dentro de las universidades, ya que estas líneas limitan sobre lo que saben, les gusta o les interesa a nuestros profesores, pero es muy posible que estén muy lejos de las prioridades, de las urgencias y demandas del país.

Martín Barbero plantea la necesidad de ayudar a construir en todas las universidades, agendas de país que presenten desafíos, no solo para el investigador, también para la sociedad y que nos permitan colocar a nuestros países en el calendario cotidiano de la investigación y la docencia.

El desafío es grande nos permitiré contribuir al crecimiento de cada uno de nuestros alumnos, de nuestras universidades y de nuestros países. Aprovechemos esta valiosa oportunidad de contribuir y construir un mejor conocimiento de manera conjunta con nuestros alumnos.